Hoy 16 de septiembre de 2021 el Banco Mundial (organización de estados que sirve como institución financiera) anunció que discontinuaría el reporte Doing Business luego de haber realizado una investigación que confirmó la manipulación de datos en los reportes del 2018 y 2020.
¿Qué fue lo que pasó?
Según la investigación, para el reporte del 2018, la entonces CEO del Banco Mundial (y ahora CEO del Fondo Monetario Internacional), Kristalina Georgieva en conjunto con miembros de la oficina del entonces presidente del Banco Jim Yonk Kim, solicitaron manipular los datos de China al equipo encargado del reporte para mejorar su posición en el ranking. Dentro de las manipulaciones que consideraron realizar, estaban incluir datos de Taiwan y Hong Kong en los datos de China, así como incluir en el reporte solo a la mejor evaludada de las dos ciudades chinas consideradas. Finalmente se decidieron por alterar los datos en relación con puntos específicos del reporte. El manoseo de los datos se dió luego de varias quejas de representantes del país asiático sobre el pobre rendimiento de su país en el ranking, a pesar de las reformas legales que habían realizado.
Respecto al reporte de 2020, se determinó que Simeon Djankov, uno de los fundadores del reporte, asesor de la CEO Georgieva y en ese entonces director del Banco, gestionó la modificación de los datos de Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos para su beneficio y la alteración de los resultados de Azerbaiyán para perjudicar a ese país en el ranking. En el caso de Arabia Saudita, se le benefició por tener contratos de asesoría con el Banco Mundial; en cuanto a Azerbaiyán aparentemente Djankov quiso perjudicarle por motivos personales.
Puede descargar el resultado de la investigación acá.
¿Se puede confiar en el Banco Mundial y esas organizaciones multilaterales?
Si manipulan simples rankings sobre apertura de negocios ¿qué podemos esperar del resto del trabajo del Banco Mundial?
Obviamente, Georgieva negó los resultados de la investigación, como indicó en este comunicado del propio Fondo Monetario Internacional. Pero ¿se quedará en el puesto?